miércoles, 30 de junio de 2021

HUELLAS EN EL CIELO

HUELLAS EN EL CIELO                                

Alicia Barberis 
Pintura de tapa: Gabriel Villot 
Ediciones Colihue

Huellas en el cielo cuenta la historia de Lucía, una joven de origen mocoví, que debe trabajar en la carnicería del Toro, el siniestro marido de su tía, en lugar de seguir estudiando como era su sueño. 
Según la cosmovisión mocoví, Nayic Moqoit o Vía Láctea, señala un viaje: se parte de lo conocido para atravesar sitios extraños o peligrosos, y así sanar algo propio o de otros. Quien lo hace tiene poderes para hacer que los tiempos se unan y, para guiarse, podrá seguir las antiguas huellas que dejó en el cielo el árbol del mundo.

 Ese será el desafío que tendrá la protagonista en esta novela de iniciación: realizar una travesía en busca de su identidad e intentar, casi sin proponérselo, develar y sanar antiguas heridas.
El descubrimiento del amor, el valor de la amistad, y de los propios orígenes, emergen como temas centrales del viaje que esta joven emprende.
Huellas en el cielo se presentó en abril de 2021 a través del Canal de Youtube del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe, con el acompañamiento de autoridades de dicho Ministerio, en especial de Alejandra Cian, directora del Nivel Intercultural Bilingüe de muy reciente creación. Para quienes deseen ahondar un poco en la génesis de la obra, comparto el video de presentación.


domingo, 22 de abril de 2018


El sábado 5 de mayo, a las 19 hs., en la Sala Alfonsina Storni de la Feria del Libro de Buenos Aires, estaré presentando Monte de Silencios con la participación de Alejandro Jasinski y Karina Micheletto. 

Más información y material fotográfico en

Resultados de búsqueda

https://montedesilencios.blogspot.com/





Texto de solapa:


Texto de solapa

Texto de solapa (Alejandro Jasinsky) 

Un quebracho milenario. Un recoveco. Miles de brazos, como raíces. Hacen gestos incomprensibles. Emi se acerca. No duda. Y viaja al pueblito donde todo comenzó. Los silencios desgajan sus ropas.
Con un conmovedor relato, Alicia Barberis nos sumerge en un proceso histórico con mayúsculas, en experiencias de lucha enredadas con historias de amor, injusticias, dignidad, miedos y miserias. La trama se teje de manera brillante, recuperando la memoria de miles de protagonistas desconocidos, a través de un sujeto colectivo y multitemporal. Son narraciones contradictorias del llamado “Mundo de La Forestal”, una historia situada en el norte santafesino, que recorre buena parte del siglo pasado, donde se impuso la prepotencia de una empresa, donde abundaron los sudores de trabajadores del quebracho, del tanino y sus familias, donde apareció el sindicato y la política de las balas, donde crecieron las polkas y los espíritus de la cuña boscosa.
Pero Monte de silencios es mucho más. Es sobre todo el arrojo a una historia en cuerpos de mujeres, las protagonistas, y una fuerza rebelde que, a través de una narrativa llena de suspenso, batalla por dar sentido a memorias que se resisten a ser develadas.

Texto de contratapa:

Emi regresa a un pequeño pueblo del norte de Santa Fe parareencontrarse con su abuelo y con el amor de Santiago, sinsospechar que descubrirá un secreto de familia silenciado durante años.
Es verano y el viento caliente parece aplastarlo todo: los pastizales amarillos, el monte devastado, los edificios de un pasadoen ruinas. Lo único que sigue en pie es la chimenea de la fábricacon sus galpones vacíos, y la nostalgia de la gente que intentarevivir antiguos esplendores. ¿Qué vine a buscar?, se preguntamientras una fuerza extraña la lleva por caminos impensados..
Con una narración que alterna entre el pasado y el presente, Alicia Barberis narra la vida de cuatro generaciones de mujeres: Dominga, Amanda, Elena, Emi, entretejiendo sus historias de amor y desengaños con el universo de La Forestal, compañía inglesa que levantó el imperio del tanino en el norte de Argentina, a principios del siglo XX.
Villa Ana, La Gallareta, Villa Guillermina son algunos de los escenarios por donde la novela nos lleva a hacer un recorrido histórico: las primeras huelgas, la creación de los sindicatos, las luchas políticas de los 40 y los 70, desnudando las marcas que  eso dejó. De un rincón a otro de aquel mundo forestal, atravesando todos los tiempos, puede sentirse a la gente real y ver, como si espiáramos por un recoveco, una larga historia de miles de vidas que  vienen a nuestros días a interpelar a la memoria.

lunes, 5 de junio de 2017

Reseña Página 12 sobre la novela POZO CIEGO

Página/12
 Jueves, 4 de agosto de 2016
espectaculos
JUEVES, 4 DE AGOSTO DE 2016

LITERATURA › ALICIA BARBERIS HABLA DE POZO CIEGO, SU PRIMERA NOVELA PARA ADULTOS

“La historia ya estaba escrita en mí desde hacía años”

Reconocida por sus libros para jóvenes, como Cruzar la noche, la escritora construye un potente relato con múltiples ecos sociales, basado en una historia real que ocurrió en su pueblo de infancia santanfesino.

 Por Karina Micheletto
La noticia de un crimen conmociona a los habitantes de un pequeño pueblo de Santa Fe: la Negra Torres asesinó a su marido y ocultó el cuerpo en el patio de su casa. La Negra va a la cárcel, porque así tiene que ser. Y no vuelve a ver a sus hijos, que corren distintas suertes. Lo que es primero la comidilla del mes y luego parte de la historia oral de un pueblo, va mostrando poco a poco, mientras se cuenta la historia de una vida, un entramado social hecho de sometimiento y amor propio, de machismo y aceptación por generaciones, de pobreza y empeño en salir adelante. Allí se hace fuerte Pozo ciego, de Alicia Barberis, editado por Colihue. Reconocida por sus novelas para jóvenes como Cruzar la noche, Barberis construye en esta, su primer novela “para adultos”, un potente relato con múltiples ecos sociales, basado en una historia real que ocurrió en su pueblo de infancia santanfecino.
Aunque hoy no pueda saber con absoluta certeza qué cosas tomó textuales y cuáles adaptó, el recuerdo, más o menos exacto, sitúa a Barberis a los 19 años, embarazada de su primer hijo, en la cola de la carnicería. Allí se enteró del crimen, y allí exactamente empieza la novela. “En un pueblo de poco más de mil habitantes, un crimen resulta siempre demasiado inquietante. Sobre todo por las características del asesinato y por la forma en que fue descubierto. Y seguramente a mí, que estaba a punto de ser madre por primera vez, me resultaba mucho más fuerte el hecho de que la Negra, como todos la llamábamos, no iba a poder ver más a sus hijos”, recuerda la autora.
“Por si fuera poco, en aquella época no se difundían demasiado noticias de este tipo. La tele no ocupaba el lugar que ocupa hoy, y mucho menos las noticias sensacionalistas”, sigue Barberis. “La imagen de esa mujer, su historia, quedaron grabadas en mí con mucha fuerza, tal vez por todo lo que menciono y también porque tenía conciencia de lo injusto que era para la mujer, las consecuencias del machismo reinante en el pueblo”. Ese machismo es narrado en la novela con la precisión de detalles que le dan forma, y con un ritmo en el que se luce el otro oficio de Barberis, también narradora oral. Hay hechos que, como suele suceder, son reales y sin embargo parecen literarios. Comenzando por el detalle de que La Negra, una mujer joven y atractiva, trabaja cavando pozos ciegos para mantener a sus hijos. Un trabajo que antes hacía su marido “hasta que se echó a la vagancia y tuvo que agarrarlo todo ella… el trabajo y las riendas de su familia”, como comenta Selva Almada en la reseña del libro.
“No me rebelaba demasiado, más bien acataba, como la mayoría, los mandatos sociales que ese machismo imponía, pero en mi interior, tenía una percepción bastante clara de cómo eran las cosas. Sin embargo pasaron varios años antes de que yo misma pudiera desligarme de esos mandatos, y muchos años más hasta que pudiera contar la historia desde el lugar en que elegí contarla”, sigue repasando Barberis el modo en que apareció esta novela. Para construir ese lugar recurrió a relatos de una detenida que entró a trabajar en la misma cárcel donde estaba detenida la Negra, de una guardiacárcel que (no es literario) ya jubilada terminó haciendo reiki (“la Colo” en la novela), a su propio recuerdo de hechos como la inundación del 2003 en Santa Fe (aquí llevados a Clorinda, con el agua arrasando todo en cuestión de minutos), a su propia trabajo en cárceles, invitada a dar charlas sobre sus novelas.

–Parece que, como suele decirse, la realidad supera la ficción. La guardiacárcel que hace reiki, por ejemplo...
–Sí, eso me llamó poderosamente la atención y, al mismo tiempo me dio la excusa para que, en la ficción, su personaje y el de Lali, la hija de la Negra, se conocieran. Además, siento que cuando un hecho de la realidad te sorprende, por lo poco previsible, también puede sorprender al lector. A la guardiacárcel fue a la única persona que entrevisté. El resto de los datos que necesitaba prefería construirlos desde la ficción y desde mis propios recuerdos. De todos modos ella me aportó muchas cosas, descripciones de la vida en la cárcel de entonces, de las presas, de las guardias, de algunos hechos que ocurrían, relatos que la propia protagonista le hizo, y otras cosas que me impactaban cuando ella me las contaba.

–¿Qué otro trabajo de “reconstrucción” emprendió?
–Algo que me sirvió mucho fue haber visitado cárceles, de hombres y de mujeres. Fui a dar una charla sobre otras novelas mías a los Empa que funcionan en cada una de las cárceles y creo que eso me aportó cosas que no hubiera tenido: palabras que surgieron en las charlas, detalles de la jerga tumbera, descripciones de los lugares, atmósferas… Por más que alguien te cuente cómo es una cárcel, o que veas películas o imagines, sólo se sienten ciertas cosas estando ahí. Escuchar, por ejemplo, el ruido del cerrojo, ver la ropa tendida en las ventanas altísimas, o las mantas raídas colgadas alrededor de las camas para poder tener privacidad, en pabellones gigantescos. Sentir la opresión que flota en esos sitios…

–¿Qué quiso contar en Pozo ciego, qué le interesaba transmitir?
–Lo que más me conmovió siempre de esa historia fue la separación brutal que tuvo esa madre de sus hijos, que no quisieran verla, que no pudieran perdonarla. Pero también la condena social que tuvo esa mujer, sin que nadie analizara nunca lo que le tocó sufrir con un marido violento, en un pueblo tan marcadamente machista. También la doble moral de los hombres que tanto en la ficción como en la vida real tuvieron un vínculo con ella. Pero además, también creo que en la historia de la Negra quise contar otras historias. O tal vez una historia en común de lo que les (y nos) ocurrió a muchas mujeres en los vínculos sociales y de pareja, en un pueblo pequeño donde reinaba el machismo, donde las mujeres estuvieron siempre relegadas a un segundo lugar, condenadas a “aguantarle” todo al marido, a acallar sus propios deseos, a posponer sus sueños.

–En ese sentido, a pesar de basarse en un recuerdo, no parece una historia en tiempo pasado…
–Lamentablemente, esto todavía sigue ocurriendo, muchísimo más de lo que se cree en muchos lugares. Y no me refiero solo a la violencia de género más extrema. La mujer sojuzgada, que pone en una familia todas sus aspiraciones, la mujer impedida de desarrollarse, y hasta de descubrir lo que más le gusta hacer, condenada a ejercer un rol que no siempre es lo que más quiere, o al menos no a tiempo completo. La mujer que debe silenciar sus verdaderos deseos, la que es sometida a la violencia de todo tipo desde muy pequeña. Muchas mujeres van naturalizando todo eso, y aceptando los mandatos sociales y familiares, o bien rebelándose a ellos de la peor manera. Y ese machismo no está solo en los hombres, también hay un machismo ejercido desde las propias mujeres. Eso es lo que más desconcierta.

–Este es su primer libro “para grandes”, tras haber trabajado mucho con lectores niños y jóvenes. ¿Por qué sintió la necesidad de dirigirse a otro público?
–Creo que la historia estaba entera dentro de mí. Empecé a tirar del hilito y fue apareciendo y, por las características de los hechos, no podía estar destinada a otro lector que no fuese un adulto. Sin embargo, en otra novela mía para chicos, La casa del crimen (publicada en Ecuador en 2009 y distribuida por el Plan de Lectura el año pasado en las escuelas), ya hay indicios de esta historia. Es decir, aunque cambio totalmente los sucesos, la casa que aparece en la novela, la casa del crimen, es esa misma casa que me producía tanta inquietud en mis recuerdos… Esa casa donde ocurrieron los hechos está casi pegada a la casa donde vive hoy mi hijo y su familia, en ese mismo pueblo. Y la he seguido viendo durante años…

–¿Y cuáles son las diferencias que establece al dirigirse a uno y otro público?
–Cuando escribo para niños y jóvenes tengo presente los intereses propios de esas etapas en lo formal (la extensión, el ritmo) y también las emociones, miedos, angustias, deseos, que puedan tener esos lectores. Pero no me propongo nunca reducir ni acotar el universo literario a algo infantilizado, simplista, o políticamente correcto para esas edades. Tampoco me autocensuro pensando que tal tema o determinada manera de abordarlo podría condenar a ese posible libro a no entrar en las escuelas. Saco de mi mente cualquier condicionamiento, y escribo. Por lo tanto no excluyo temas, por más que sean fuertes o dolorosos: dictadura, abuso sexual, violencia física o psicológica, mentiras, apropiación de niños, abandono, muerte, engaños, cuestionamientos a los mandatos… son temas que aparecen en muchas de mis novelas para niños y jóvenes.

–En la historia hay muchos detalles cotidianos, imágenes, texturas, olores. ¿También surgen de su propio recuerdo?
–Quizás es que, como digo, estaba escrita en mí desde hacía más de treinta años y al tirar de ese hilito fui reviviendo todo: no solo el crimen, sino también los bailes de pueblo, los personajes, construidos en buena medida sobre personas que recordaba, las características del lugar de entonces, el barro en las calles, los pasillos de cemento para no pisarlo (que ya no existen), la ropa que se usaba... De pronto apareció la carnicería… pero no la carnicería de cuando me enteré de la noticia, sino otra, de cuando era muy chica… cuando siendo una nena de 8 años mi mamá me mandaba a comprar la carne. Esto mismo me pasa cuando escribo para chicos o jóvenes, eso de que afloren los recuerdos de infancia que están siempre en los archivos de la memoria.
espectaculos
JUEVES, 4 DE AGOSTO DE 2016
LITERATURA

La ficha


Alicia Barberis es una escritora reconocida principalmente por sus novelas dirigidas a un público joven, de gran circulación en las escuelas secundarias. Muchas de ellas se encuentran entre las primeras en abordar ciertas temáticas difíciles. Cruzar la noche, editada en 1996, por ejemplo, cuenta la historia de una hija de desaparecidos que busca su identidad, y es hoy todo un clásico. En La casa M (2009), la protagonista regresa con su familia del exilio en España, al litoral santafecino. El infierno de los vivos (2013) trata el tema del abuso de menores, y al igual que Pozo ciego está basado en hechos reales. Es también autora de Una máquinapara hacer llover, Mi hermano Jaci, El científico, El nuevo mundo, La casa del crimen, Las brujas también se enamoran, La casa del viento y Diario de un fantasma, entre otros cuentos y novelas. Además, como fruto de su extensa trayectoria de narradora oral, publicó Viaje hacia los cuentos. El arte de contar cuentos a los niños (2011). Desde 2012 trabaja en el premiado proyecto de promoción de lectura Lectobus (www.lectobus.com.ar ), que por ahora es un “colectivo humano” que lleva libros, talleres y espectáculos por barrios vulnerables de Santa Fe, pero que no ceja en su sueño de tener un vehículo propio para esta tarea, a la manera de La Andariega, de Javier Villafañe.

jueves, 21 de abril de 2016

POZO CIEGO

El sábado 30 de abril, a las 16 hs, en la Sala Alfonsina Storni de la Feria del Libro de Buenos Aires, estaré presentando Pozo Ciego con la participación de Elsa Osorio y Karina Micheletto.
Reseña de Selva Almada
“Recordando una historia ocurrida en su pueblo natal, Alicia Barberis escribe una novela notable e inquietante, cruda y poética al mismo tiempo.”
 “Una mujer cava pozos ciegos para mantener a sus hijos. Una mujer joven y atractiva haciendo un trabajo de hombres, entre puros hombres.
Un trabajo que antes hacía su marido hasta que se echó a la vagancia y tuvo que agarrarlo ella… al trabajo y a las riendas de su familia.

La Negra, como tantas y tantas mujeres de la Argentina profunda, es la que para la olla, da vuelta la casa, cuida a sus hijos, quiere progresar, salir de la miseria para alcanzar por lo menos una pobreza decente. Su esfuerzo sólo recibe reproches del marido, el macho caído en desgracia que no soporta la autonomía de la mujer. A los reproches siguen los golpes. Pero además de trabajadora a tiempo completo, de sierva de un marido inútil y violento, la Negra es una mujer deseante, gozosa, con un cuerpo que celebra la belleza y el  sexo, que quiere encontrar y que la encuentren, mirar y ser mirada, tenida en cuenta. A partir de aquí, la tragedia que cambiará su vida y las de sus hijos para siempre.”
Texto de contratapa:
La noticia de un crimen conmociona a los habitantes de un pequeño pueblo de Santa Fe: la NegraTorres ha asesinado a su marido y ocultó el cuerpo en el patio de su casa. Es invierno, el viento norte, helado y triste sacude los árboles, arrastra ramas sobre los techos y levanta nubes de polvo salitroso.
Poco a poco regresa la calma, pero las murmuraciones no se acallan. Seguirán en la memoria y en las conversaciones de la población durante años.
Desde las sombras y separada de sus hijos, la Negra Torres irá emergiendo como una de las piezas de un entramado de mujeres que buscan la manera de dejar atrás la soledad, de sobrevivir al sometimiento, al desamor y al abandono, en un entorno marcadamente machista, prejuicioso y violento.
Atormentada por preguntas que la angustian Lali, su hija, acalla durante esos años su dolor, hasta que decide descifrar las claves de sus pesadillas, buscar respuestas y develar secretos, para romper el círculo que generación tras generación parece condenar a la rama femenina de su familia. Inspirada en hechos reales, Pozo ciego, de Alicia Barberis habla de seres signados por la tragedia, pero también de la persistencia y del valor para luchar contra las adversidades y modificar el propio destino. Una novela necesaria y llena de talento sobre el drama de las mujeres maltratadas.

lunes, 10 de agosto de 2015

MARGOT Y LA MOSCA


MARGOT Y LA MOSCA             
Con los Súperverdes Antiperlistas                  Novela. Con ilustraciones de Seba Mercau
Ediciones Colihue
Un oscuro emprendimiento inmobiliario amenaza con destruir el ecosistema que rodea Rincón del Sol, un pueblo a orillas del río, y divide opiniones en la familia de Camila. Por un lado, están sus padres, entusiastas defensores del progreso que el proyecto traería al lugar. Por el otro, está su abuela Margot, que cree en la importancia de cuidar  la naturaleza y desconfía de los intereses ocultos del intendente y el grupo inversor. Por suerte para todos, llega a la Tierra un Bubundi, ser de otro planeta que ha recibido la misión de Argal, el Gran Maestro de la Galaxia Espiral, de ayudar a Margor, Camila, su amigo Giovanni y el resto de los ambientalistas. Para lograrlo ha tomado la forma de una mosca, un espía perfecto que aportará evidencias para resolver el caso y deajará el relato de sus percepciones.



 

lunes, 24 de marzo de 2014

24 de marzo - Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia

Para los navegantes con ganas de viento, la memoria es un puerto de partida. 
Eduardo Galeano, de Ventanas sobre la memoria









 

 Pintura: Arena Verde de Pérez Celis

viernes, 13 de diciembre de 2013

ULTIMOS LIBROS DEL AÑO: EL NUEVO MUNDO Y DELFOR

EL NUEVO MUNDO
(Edición especial para Ecuador)
Ilustraciones de Darío Guerrero.
Edición Liset Lantigua y Enrique Pérez Díaz.
Editorial Zonacuario, Quito - Ecuador, 2013.


La promesa de un abrazo lleva a Mara y a su madre al Viejo Mundo, donde las esperaría el papá que meses atrás partió desde la Argentina en busca de trabajo. Bajo la lluvia de la primera noche en Barcelona, ellas descubren que la soledad tiene rostros amigos, la alegría de un duende verde y una titiritera que les ayudarán a vivir la larga espera de ese abrazo, cuando el padre de Mara parece haber desaparecido. Este libro nos acercará a lo mejor del amor y la fe en los seres humanos, aunque para lograrlo tengamos que llorar con Mara y con su madre, mientras el oso Toto duerme y el viento recorre el Mediterráneo, más azul que nunca.
 




DELFOR
Ilustraciones de Mónica Pironio
Edición Jorge Grubissich
Salim Ediciones, Buenos Aires, 2013

 
Desde la noche sin luna en que el elefantito Delfor llega al mundo, vive conociendo todo lo que lo rodea. Así conoce a sus padres, conoce el río, y el viento y los colores y la miel... Lo que sabe de los hombres se lo han contado, y aunque al principio sueña con ellos, esos seres temibles están lejos. Hasta que un día llega un vehículo, y de él salen cuatro cazadores, buscando elefantes... Un cuento donde la ternura deja paso al suspenso, y el suspenso al temor.